Autores:
Categoría:
Infantil
Introduccion:
Debido a la importante incidencia de las fracturas supracondíleas en niños, se ha realizado una revisión para relacionar aspectos epidemiológicos como la edad, estacionalidad, momento del día en que ocurren con la gravedad y tipo de la fractura.
Objetivos:
Establecer una relación entre la gravedad de las fracturas supracondíleas y datos epidemiológicos como edad, cronología.
Material y metodología:
Análisis descriptivo de los pacientes menores de 14 años diagnosticados de fractura supracondílea de húmero distal en el Hospital Marina Baixa (Villajoyosa-Alicante) de 2013 a 2017. Variables estudiadas: edad y género de los pacientes; fecha y hora del ingreso en Urgencias del Hospital, lateralidad y tipo de la fractura según la clasificación de Gartland.
Resultados:
Se estudiaron un total de 52 pacientes con diagnóstico confirmado de fractura supracondílea de húmero distal. El 61,54% (n=32) fueron varones. Se afecto más el codo izquierdo, correspondiendo al 67,31% (n=35). La edad media fue de 7,48 (±2,97) años, con una edad mínima de 2 años y una máxima de 14. El 57,69% (n=30) de las fracturas ocurrieron entre las 8:00 y las 20:00, sucediendo el 48,08% (n=25) durante el verano. El 67,31% (n=35) tuvieron lugar durante un día laborable. Las fractura tipo I fueron las más frecuentes (38,46% (n=20). Tras el análisis estadístico, los menores de 7 años mostraron un menor riesgo de sufrir una fractura inestable [OR 0,33 (0,10-1,02)]; las fracturas ocurridas en horario diurno presentaron un riesgo mayor de inestabilidad [OR 3,49 (1,07-11,39)]. No se observaron diferencias en el resto de variables estudiadas.
Conclusiones:
Podemos concluir que existe una relación entre la estabilidad de la fractura, la edad y momento en que ocurre. Las fracturas más inestables tienden a ocurrir en mayores de 7 años y en horario diurno. Hipotetizamos que esto puede deberse a que estos niños más mayores realizan durante el día actividades de ocio y deportivas que pueden causar accidentes o lesiones de mayor energía, condicionando una mayor gravedad de la fractura. Esta revisión puede servir para advertir a los profesionales y ayudar a una más adecuada redistribución de los recursos hospitalarios para poder realizar el tratamiento definitivo más adecuado y precoz posible.