Autores:
Categoría:
Columna
Introduccion:
Aunque existe cierta controversia sobre cuál es el mejor abordaje, la mejor técnica de descompresión o sobre el número de niveles a fijar en el tratamiento quirúrgico de las fracturas toracolumbares inestables por estallido, la fusión corta de dos segmentos con tornillos en la vértebra fracturada ha demostrado ser una técnica eficaz evitando fusiones largas e impidiendo el fallo mecánico de las fusiones cortas
Objetivos:
Analizar la viabilidad a largo plazo de la fijación corta en 2 segmentos en pacientes con fracturas toracolumbares por estallido
Material y metodología:
Pacientes con fracturas toracolumbares T11-L2 por estallido y tratados con fijación corta de 2 segmentos incluyendo tornillos en la vértebra fracturada, fueron evaluados y monitorizados entre los años 2000 y 2015 durante al menos 2 años. Se analizaron variables demográficas, clínicas y radiológicas. El análisis estadístico consistió en un análisis descriptivo donde usamos el test-t para muestras aparejadas para comparar las radiografías del preoperatorio, postoperatorio, al año y al final de seguimiento y observar un aumento de la cifosis vertebral, regional y toracolumbar. El nivel de significación estadística se estableció en p<0.05
Resultados:
54 pacientes fueron incluidos en el estudio, de los cuales 32 (59%) fueron fracturas en L1, 43 (79.7%) obtuvieron una puntuación menor de 7 puntos según la escala LSD (Load-Sharing Classification) y 24 (44%) recibió un tratamiento quirúrgico precoz. Se comparó la cifosis preoperatoria-postoperatoria, postoperatoria-al año y postoperatoria-final de seguimiento de las áreas toracolumbar, regional y vertebral, observándose diferencias estadísticamente significativas (p<0.01) aunque sin repercusión clínica.
Conclusiones:
La fijación corta de dos segmentos con tornillos en la vértebra fracturada permite una corrección inicial de la cifosis en pacientes con fracturas toracolumbares por estallido. Aunque existió un aumento significativo de la cifosis vertebral, regional y toracolumbar tras el seguimiento, no se observaron cambios en términos clínicos de dolor o de incapacidad ni se requirieron nuevas cirugías por fallos mecánicos del sistema.