Autores:
Categoría:
Tobillo y pie
Introduccion:
Las fracturas de pilón tibial se definen como fracturas articulares complejas del extremo distal de la tibia, asociadas a hundimiento articular de fragmentos y afectación de partes blandas. El manejo terapéutico de este tipo de fracturas es complejo, prestando especial atención al tipo de fractura pero muy importante tener en cuenta el manejo de partes blandas.
Objetivos:
El propósito de este estudio es evaluar las fracturas de pilón tibial tratadas de forma quirúrgica y conservadora en nuestro servicio desde el año 2008 a 2018
Material y metodología:
Estudio retrospectivo descriptivo de 49 pacientes tratados por fracturas del pilón tibial, de los cuales el mayor porcentaje fue por trauma de alta energía entre enero de 2008 a enero de 2018. En el análisis estadístico se incluyeron: aspectos epidemiológicos, clasificación de Ruedy-Algower, clasificación de Gustilo, hallazgos radiológicos y el tipo de tratamiento realizado. También estudiamos el momento de la cirugía, complicaciones y escala EVA de dolor. Se valoró el grado de correlación estadística entre las diferentes variables.
Resultados:
La mayoría de pacientes con este tipo de fractura son varones en edad laboral, siendo el mecanismo de producción de alta energía (accidente de tráfico o laboral). Según la clasificación de Ruedy-Algower, el tipo más frecuente de fractura es el 3. La gravedad de la fractura y sobre todo, el estado inicial de las partes blandas, va a determinar el tipo de tratamiento a realizar y el momento quirúrgico. Se observó una moderada correlación significativa (p<0.05) entre la reducción conseguida y los resultados obtenidos.
Conclusiones:
El tratamiento de las fracturas de pilón tibial es muy complejo, sobre todo el manejo inicial en fracturas abiertas. Parece evidente que el tratamiento combinado de fijación externa y fijación interna con placa es el más utilizado y el que mejores resultados obtiene. Como principales limitaciones del estudio tenemos la pérdida de seguimiento de pacientes laborales, imposibilidad de cirugía en pacientes con alto riesgo quirúrgico y anestésico y el tamaño muestral del estudio.