Autores:
Categoría:
Rodilla
Introduccion:
No existen guías ni protocolos que permitan establecer una recomendación basada en la evidencia científica para retomar la conducción.
Objetivos:
Valorar la capacidad y habilidad de conducción en la 4a-6a semana post-quirúrgica tras reconstrucción de LCA para dar a los pacientes una recomendación objetiva.
Material y metodología:
Estudio prospectivo que analizó a 62 pacientes (31 intervenidos de reconstrucción de LCA y 31 voluntarios sanos). La técnica quirúrgica empleada fue plastia autóloga de isquiotibiales y técnica anatómica. En ambos grupos se determinó el sexo del paciente, la edad, la frecuencia y experiencia de conducción. En los pacientes intervenidos de LCA, se valoró: lado de la intervención, rango de movilidad articular, estabilidad de la rodilla utilizando el KT-1000 y grado de derrame articular. La habilidad de conducción se determinó mediante un simulador de conducción que reproduce escenarios habituales (carretera de montaña, autovía y zonas urbanas). Las variables analizadas fueron: número de atropellos, número de colisiones con objetos fijos o con otros automóviles, número de semáforos pasados en rojo y número de invasiones de carril o de la acera. La capacidad de conducción se determinó con dos pruebas independientes, el simulador de conducción y una prueba de reacción ante un estímulo visual.
Resultados:
No hubo diferencias significativas entre los grupos para el sexo del paciente, la edad y la experiencia de conducción (P = 0,562, P = 0,113, P = 0,071). La frecuencia de conducción fue mayor en el grupo de reconstrucción de LCA (P = 0,0001). A las 4-6 semanas post-quirúrgica, los pacientes intervenidos de reconstrucción de LCA tuvieron un rango de movilidad articular de 101,55° (SD ± 11,88), el KT-1000 fue de 0,9 mm (SD ± 0,84) y el 77,5% no tenían derrame articular. No hubo diferencias estadísticamente significativas entre los grupos con respecto a la habilidad, la capacidad de conducción y los tiempos de reacción ante un estímulo visual (P > 0,05). Las diferencias entre las rodillas derecha e izquierda tampoco fueron estadísticamente significativas (P > 0,05).
Conclusiones:
Los pacientes intervenidos de reconstrucción de LCA mediante plastia autóloga de isquiotibiales y técnica anatómica pueden conducir de manera segura a las 4-6 semanas tras la intervención.