Autores:
Categoría:
Hombro y codo
Introduccion:
Las fracturas de húmero distal en el paciente mayor son difíciles de tratar, representan múltiples desafíos para el cirujano y hay muchos factores que influyen en su evolución (anatomía compleja, conminución articular y stock óseo osteoporótico).
Objetivos:
Analizar los resultados del tratamiento de dichas fracturas en pacientes con una teórica menor demanda funcional. Comprobar su funcionalidad tras diversos tratamientos realizados según tipo de fractura, abordaje quirúrgico y tipo de osteosíntesis.
Material y metodología:
Estudio retrospectivo (2015-2017). Según AO/OTA se clasificaron 27 pacientes de 66-91 años, se recogieron vía de abordaje y complicaciones, y se realizó escala Mayo (hubo 9 pérdidas).
Resultados:
Con una media de 2 años de seguimiento, se clasificaron estos pacientes según AO/OTA (11 grupo A, 2 B y 13 C); un 70,4% fueron tratados quirúrgicamente (uno con prótesis total y el resto con síntesis con placas) tratándose la mayoría con placas a 90°; la vía de abordaje fue transolecraniana (41%), bilaterotricipital (22%) y transtricipital (7%). Aparecieron complicaciones en 14 pacientes (1 infección, 1 fallo de síntesis, 5 neurológicas y 7 rigideces), teniendo las AO/OTA C un 61,5% de complicaciones. La estancia media hasta cirugía fue 6,6 días y 5,5 días para el alta. Al realizar la escala Mayo, 61,2% de los pacientes superaban 80 puntos. Desglosando la escala, 95% presentaban el codo estable; 61% la movilidad > 100°, el resto entre 50°-100°, ninguno por debajo de 50°; 66% no presentaban dolor o era leve, sólo un caso tenía dolor grave; y el 78% de los pacientes o no tenían limitaciones en actividades básicas o sólo en una de ellas. Sólo un paciente estaba limitado en 4 actividades.
Conclusiones:
El tipo de paciente pronosticaba un resultado funcional pobre en estas fracturas; contrariamente hemos observado que incluso en fracturas AO/OTA C con una alta tasa de complicaciones, conseguimos un rango de movilidad alto, funcionalidad elevada y ausencia de dolor incapacitante. Las complicaciones tales como rigidez han evolucionado favorablemente en menos de 6 meses y las neurológicas eran de una entidad menor. Por tanto, observamos que el tratamiento quirúrgico de estas fracturas en el paciente anciano comporta una mejor evolución de lo esperado al inicio.