Autores:
Categoría:
Rodilla
Introduccion:
La artroplastia total de rodilla implica gran pérdida sanguínea. En los últimos años se han introducido nuevos protocolos con el fin de evitar la necesidad de transfusiones alogénicas, no exentas de complicaciones
Objetivos:
Comparación de la utilización de recuperadores de sangre frente a la utilización de ácido tranexámico tópico con drenaje en artroplastia de rodilla. Se evalúan complicaciones y necesidad de tranfusión alogénica.
Material y metodología:
Estudio de cohortes entre dos grupos consecutivos de 100 pacientes sometidos a artroplastia total de rodilla posteroestabilizada: grupo (1) cohorte histórica con recuperador Stryker ConstaVac CBCII®; grupo (2) con utilización de 2 gramos de ácido tranexámico tópico intraarticular y drenaje tipo Redon. Se analizan: datos demográficos, tiempo quirúrgico e ingreso, descenso de hemoglobina, tasa de transfusión, débito del drenaje, complicaciones precoces (infección superficial y profunda, trombosis venosa, reingreso) y costes económicos directos (coste de concentrado de hematies: 200 €, recuperador: 150 €, drenaje 12 €, ácido tranexámico: 5 €)
Resultados:
Se incluyeron 200 pacientes (100 en cada grupo, 70% mujeres ) con edad media de: grupo 1: 72,34 años [61-84; 6,36 ]; grupo 2: 73.3 [64-84; 4,76]. El tiempo medio de cirugía fue: grupo 1: 91.84 minutos [60-122; 4,24]; grupo 2: 85.9 [60-123; 14,26], siendo la estancia media: grupo 1: 5.3 días [1,49, 4-13] frente 5.2 días en grupo 2 [1.05, 3-10]. El descenso medio de hemoglobina fue de 3.31 frente a 2.28 g/dl (P<0.0001). El volumen de producción del drenaje fue 538.87 ml [261,26, 150-1600] Vs 327.75 ml [165,7, 50-1100] (p<0.0001). La tasa de transfusión fue del 11% (grupo 1) frente al 1% (grupo 2) (p=0.01). Las complicaciones fueron: grupo 1: 3 infecciones superficiales, 1 trombosis venosa profunda; (grupo 2): 1 flebitis, 3 infecciones superficiales.
Conclusiones:
A la luz de los resultados obtenidos, la introducción del ácido tranexámico consigue reducir la tasa de transfusión en un 90,9 % frente a la utilización de los clásicos recuperadores de sangre, disminuyendo además la producción de los drenajes sin que esto suponga un aumento significativo de las complicaciones y con un ahorro económico en torno a los 12.000 € tras 6 meses de implantación del protocolo.