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Cadera
Introduccion:
La indicencia de las fracturas subtrocantéreas de fémur cada vez es mayor, a pesar de ello, existe controversia a la hora de elegir las características del clavo cefalomedular que permita lograr una estabilización biomecánicamente óptima para la fractura.
Objetivos:
El objetivo principal consistió en valorar la relación entre la longitud del clavo y la consolidación de la fractura
Material y metodología:
Se llevó a cabo un estudio observacional retrospectivo, de los pacientes intervenidos de fractura subtrocantérea (Zona 2 de Wiss) mediante clavo cefalomedular largo (tipo Gamma) de acero, entre Enero de 2015 y Junio de 2018 por la Unidad de Fracturas del Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Se recogieron datos demográficos de los pacientes, así como las características de la fractura, y del clavo.
Resultados:
Un total de 104 pacientes fueron incluidos en el estudio. De ellos, 75 (72,12%) mujeres y 29 (27,88%) hombres, con una edad media de 78,6 años. En 2 casos se colocaron clavos de 300mm, en 5 casos de 320mm, en 27 casos de 340m, en 38 casos de 360mm, en 22 casos de 380mm, en 4 casos de 400mm y en 6 casos de 420mm. La ratio consolidación/no consolidación es de 0 en los clavos de 300mm, de 4 en los de 320mm, de 2,38 en los de 340mm, de 6,60 en los de 360mm, de 10 en los de 380mm, de 3 en los de 400mm y de 1 en lo de 420mm. Mediante el test Chi cuadrado obtuvimos diferencias significativas entre la longitud del clavo y la consolidación de la fractura (p=0.020).
Conclusiones:
El ratio Consolidación/No consolidación es más bajo en las longitudes extremas ( 300 y 420mm), intermedio en los clavos de 320, 340 y 400mm y mayor en los clavos de 360 y 380mm. Observamos que la longitud del clavo afecta a la consolidación de la fractura, por tanto, sugerimos la colocación de clavos de medidas intermedias, que sobrepasen el foco de fractura, evitando el uso de clavos excesivamente cortos o largos independientemente de la longitud del fémur del paciente.