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Categoría:
Mano y muñeca
Introduccion:
Las fracturas del primer metacarpiano, son cada vez más frecuentes en poblaciones activas y en edad laboral, además de ser muy limitantes. Su clasificación es diferente de acuerdo a la zona de afectación. Historicamente se suelen tratar con AK, tornillos a compresión y/o placas. Sin embargo el principal problema es la agresividad del acto quirúrgico ademas de la necesidad de retirar el material en un segúndo tiempo.
Objetivos:
Presentar una nueva técnica quirúrgica, indicaciones y resultados de las fracturas inestables de la base del primer metacarpiano fijadas mediante tornillo a compresión sin cabeza canulado endomedular (TCCE) retrógrado.
Material y metodología:
Revisamos retrospectivamente todos los pacientes cuyas fracturas inestables de la base del primer metacarpiano se trataron mediante TCCE retrógrado en dos hospitales. Se identificaron un total de 11 fracturas. Todas fueron fracturas cerradas. Dos pacientes tuvieron fracturas múltiples.
Resultados:
En todas las fracturas se utilizó un solo TCCE retrógrado de 4.0 mm de diámetro. Todos los pacientes regresaron a su actividad laboral completa o a actividades deportivas con un promedio de 36 días. En el último seguimiento (promedio 11 meses), la movilidad del pulgar operado (evaluando la articulación TMC y MCF), así como la fuerza de puño y pinza del pulgar fueron restaurados a unos resultados comparables al pulgar contralateral. Todas las fracturas consolidaron con un promedio de 9 semanas, con predominio de consolidación perióstica respecto a endóstica. Ninguna de las fracturas se desplazó secundariamente. Ningún paciente requirió procedimientos quirúrgicos adicionales antes de lograr el resultado final. El orificio del tornillo representa alrededor del 18% de la superficie articular distal del primer metacarpiano.
Conclusiones:
A pesar de que actualmente la síntesis de fracturas en falanges y metacarpianos, en dedos trifalángicos, mediante TCCE retrógrados es una técnica habitual y ampliamente aceptada, todavía no se ha implementado en fracturas del primer metacarpiano. Esta técnica mini-invasiva tiene la ventaja de no desperiostizar la fractura, lo que permite una desvascularización mínima y la posibilidad de un movimiento inmediato. Las fracturas transversas e oblicuas inestables de la base del primer metacarpiano son susceptibles de una fijación mediante un tornillo a compresión sin cabeza canulado endomedular (TCCE) retrógrado.